Desde entonces, el yoga se ha entrelazado con mi vida de manera inseparable. Al principio, me cautivó su capacidad terapéutica para sanar mi cuerpo físico, proporcionando equilibrio y vitalidad. Sin embargo, a lo largo de los años de práctica, estudio y auto indagación, el yoga ha evolucionado hacia mucho más que eso: se ha convertido en un camino de unión y consciencia plena.

A través de años de investigación autodidacta y experiencia clínica, he desarrollado un método innovador que integra los principios del yoga Iyengar con los avances contemporáneos en fisioterapia y anatomía. Este enfoque no solo promueve la recuperación física, sino que también fortalece la conexión mente-cuerpo y fomenta un equilibrio integral en la vida diaria.

Mi práctica diaria de yoga no solo enriquece mi enseñanza, sino que también es el corazón de mi filosofía de vida. La visión del yoga que comparto en clase se extiende más allá del estudio, impregnando cada aspecto de mi día a día. Mis enseñanzas están profundamente influenciadas por los maestros BKS Iyengar y Mooji, cuyas visiones me inspiran a mantenerme en la vanguardia del bienestar holístico. Su sabiduría continua alimenta mi compromiso de guiar a otros hacia una mayor salud y plenitud.